Nace en la población boyacense de Ciénega el 18 de enero de 1918. Habiendo ingresado a la Sociedad Don Bosco (Padres Salesianos), fue ordenado Sacerdote por Monseñor Ermilo de Brigard, Obispo auxiliar de Bogotá, el 31 de agosto de 1947. Años después, en 1964 es nombrado, por el Papa Pablo VI, Prefecto Apostólico del Ariari, encontrándose en su labor pastoral, es designado por el mismo Papa Pablo VI con fecha de febrero de 1973, como tercer Obispo de Girardot el 24 de marzo del mismo año, en la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen en Bogotá (Colegio León XII) y en solemne ceremonia, presidida por el Señor Nuncio Apostólico, Monseñor Ángelo Palmas, es ordenado 0bispo; cabe mencionar la presencia en esta celebración, de numerosos sacerdotes, religiosos y laicos de la Diócesis de Girardot. Tomó posesión de la sede episcopal, el 5 de abril de 1973, en una nutrida celebración.
Inicia su tarea como Obispo de la Diócesis, visitando y conociendo todas las Parroquias, periplo que lo llevará a constituir un equipo Diocesano de Sacerdotes encargado del análisis de la realidad pastoral. Le da gran importancia a la Pastoral sacramental, es así, como elabora guiones sacramentales; este esfuerzo se verá refleja do, en la creación de los Equipos Diocesanos encargados de trabajar de manera específica en cada área: Pastoral educativa, familiar, social y presacramental. En este propósito da un paso más al editar cartillas guías para la evangelización de la Educación Básica Primaria.
Establece dos proyectos importantes de Pastoral ínter parroquial: CEPAC (Centro de Evangelización, Promoción y Capacitación), que cobijaba toda la región del Sumapaz: unido a este esfuerzo PRICOR (Promoción Integral de Comunidades Rurales), para la Vicaría central en Girardot.
Entre los años 1974 y 1977 se erigen las Parroquias de Granada y la Sierra, como también San José Obrero y la Sagrada Familia en Fusagasugá. A nivel presbiteral, organiza reuniones periódicas con los Sacerdotes, buscando favorecer la comunión sacerdotal; pensando en la formación del Clero y con la ayuda del Instituto Aloisiano de Roma, favorece los encuentros de estudio de teología a distancia. Se caracterizó por su cercanía, preocupación y cariño hacia los Sacerdotes.
Gracias a las ayudas del Departamento, la Nación, la Diócesis misma y particularmente de Adveniat (Iglesia Católica Alemana), lleva a feliz término la obra de la catedral, iniciada por su antecesor; obra que para alegría de la Diócesis y en solemne ceremonia presidida por los tres Obispos de Girardot: Monseñor Rubio, Monseñor Gómez y Monseñor Coronado y que contó con la presencia del Señor Cardenal Aníbal Muñoz Duque y varios Obispos, fue entregada el 16 de diciembre de 1978, día en que fue dedicada canónicamente al Inmaculado Corazón de María.
Con planos del arquitecto mismo de la Catedral. Andrés Díaz Piedrahita, los aportes de Adveniat la Diócesis y las Parroquias construye el edificio para albergar las oficinas de la Curia que en un Comienzo se llamó CAD (Centro Administrativo Diocesano).
Con el fin de crear un centro permanente de acogida, oración, promoción, formación y capacitación de la comunidad diocesana y con la ayuda de Misereor y el Gobierno Departamental, adapta la antigua Casa de Ejercicios de Tocaima, construyendo en dos etapas lo que hoy se conoce como el Centro Socio Pastoral” La Mansión, cuyas instalaciones, además de servir a la comunidad en general, ha sido desde entonces, el lugar de los Encuentros Generales del Clero.
Le correspondió a Monseñor Coronado, celebrar las Bodas de Plata de la Diócesis; efemérides que inicia con la organización de un proyecto de evangelización, el cual tuvo como eje principal la “Misión 81”, cuyo objetivo fue el de revitalizar la familia.
Con profundo pesar para la Diócesis, el 1 de agosto de 1981, se hizo pública la noticia del traslado de Monseñor Coronado Caro de la Sede de Girardot a la de Duitama Sogamoso. Este sentimiento de pesar, unido al de la gratitud, se expresó claramente en el Informativo Diocesano No. 72, página 6, Cuando se dijo de El: “Monseñor Coronado fue muy querido y aceptado en todos los ambientes, por su sencillez, espíritu progresista y dinamismo apostólico”
Fuente: Revista 50 años de la Diócesis de Girardot.